viernes, 12 de agosto de 2016

DISCURSO DE CHURCHILL EN GLASGOW EL 8 DE FEBRERO DE 1912 SOBRE LA RIVALIDAD NAVAL CON ALEMANIA

“Los propósitos del poder naval son esencialmente defensivos, No tenemos, ni hemos tenido nunca, intenciones agresivas y no atribuimos tales intenciones a otras grandes potencias. Sin embargo, hay una diferencia entre la potencia naval británica y la del amigable gran Imperio alemán, a quien deseo que pueda continuar siendo grande y amigo. La flota británica nos es necesaria por varias razones, mientras que la flota alemana tiene para ellos más bien un carácter de lujo. Nuestra potencia naval está ligada directamente a la existencia de Inglaterra. Es la existencia misma para nosotros, para ellos es la expansión…

Tenemos grandes reservas de personal marino en este país. Hay medidas que pueden ser tomadas para hacer un empleo mayor de dichas reservas del que ha sido posible hasta ahora, y he dado instrucciones para que este aspecto sea estudiado detalladamente por los expertos navales que me informan. Nuestras reservas, tanto de la Marina Real como de la Marina Mercante, son un gran apoyo, y esta isla nunca ha estado ni estará escasa en marineros fuertes adiestrados, aliados desde mi primera juventud para el servicio en los mares.

Suceda lo que suceda en el mundo, aquí no habrá lamentaciones, no se denotarán señales de angustia, no pediremos socorro ni ayuda. Haremos frente al futuro igual que lo habrían hecho nuestros antepasados, con calma y sin arrogancia, pero con firme e inflexible determinación. De todas las potencias, seremos los primeros  en acoger una pausa o disminución de la rivalidad en los efectivos navales; tal disminución estamos dispuestos a hacerla, no con palabras, sino con hechos.


Pero si hay un aumento de efectivos en el continente europeo, no se vacilará en hacerles frente para satisfacción de nuestro país. A medida que se agudice la competición naval, nosotros aumentaremos, no solo la cantidad de barcos en construcción, sino la proporción que deba tener nuestra fuerza naval para hacer frente a otras grandes potencias navales, de tal modo, que nuestro margen de superioridad sea cada vez mayor y nunca menor a medida que la tensión aumente. Así debemos dejar bien sentado y sin lugar a duda alguna que las potencias navales, en vez de alcanzarnos mediante esfuerzos crecientes, solamente conseguirán quedar más distanciadas a consecuencia de las medidas que tomaremos.”

FUENTE: Extraído de "La crisis mundial 1911-1918" de Winston Churchill,  2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario